domingo, 18 de septiembre de 2011

UN LUGAR PARA REPRODUCIRSE


El primer suceso que se produce es la obtención de un territorio. Este comprende un área que el ave defiende contra miembros de su misma especie principalmente, así como contra depredadores y otros invasores. El territorio debe ser un área en la cual exista un lugar seguro para establecer el nido, además, debe estar cerca de una fuente de alimento para los pollos y los padres. Los territorios en las aves varían mucho de acuerdo con sus necesidades. Algunas especies como los cardenales y gorriones, demarcan un territorio grande, dentro del cual van a realizar todas las actividades de la reproducción y obtener todo su alimento. Otras como los tordos y las calandrias, establecen un territorio grande, pero parte del alimento va a ser obtenido fuera de él. El tamaño del territorio es, por lo tanto, variable dependiendo de la especie y sus necesidades, las aves de presa necesitan territorios de muchos kilómetros cuadrados, mientras que las especies pequeñas sólo de algunas decenas de metros cuadrados.
Existe otro tipo de territorio, muy pequeño, que sólo abarca una pequeña área alrededor del nido. Éste es muy frecuente en las aves marinas como las gaviotas y golondrinas de mar, las cuales se reproducen en colonias grandes y muy pobladas; para establecer su límite territorial, algunas de estas aves se ven de frente y se mantienen a una distancia tal que no se toquen sus picos.
Algunas aves polígamas, como los turquitos de América tropical y los pájaros boyeros de Australia defienden territorios en los cuales únicamente se desarrollan actividades de atracción de pareja y copulación, estas áreas se llaman arenas, y dejan de ser defendidas después del apareamiento.
El territorio es establecido y resguardado por el sexo dominante. Por lo general son los machos los que participan activamente en estas tareas, aunque en los falaropos y las jacanas corresponden a las hembras. Un individuo territorial por lo general va a estar colocado en lugar visible, desde donde puede observar su territorio y avistar cualquier intruso que se aproxime. Los métodos de defensa son variados, por ejemplo, un macho estará cantando continuamente para avisar que se encuentra en su territorio y que atacará a cualquiera que se atreva a penetrar en él. Otras aves se colocan en un lugar visible y adquieren posiciones agresivas, como por ejemplo haciendo evidentes los parches de color vivo que tienen en las alas o cola, como el tordo charretero de los cañaverales de México. Si después de esto algún intruso entra al territorio, el dueño llegará hasta la agresión física para desalojarlo. Cabe mencionar que los territorios son muy frecuentes durante la época reproductiva, pero algunas especies los defienden durante todo el año, por ejemplo, territorios de alimentación y los sitios de dormir o de escondite.

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